Policías y porros: Los interlocutores del dialogo del Gobierno de Hidalgo con el pueblo

POR: GUADALUPE ORONA URÍAS

Ninguna sorpresa, pasó casi exactamente lo que preveíamos: represión a los hidalguenses y nula atención. Digo casi, pues ciertamente lo nuevo, lo diferente al gobierno corrupto y represivo del morenista Omar Fayad, fue que, además de la represión policiaca, ahora el gobierno del Lic. Julio Menchaca tenía apostados a un numeroso grupo de porros y policías vestidos de civil, todos armados, para recibir la solicitud de audiencia y de atención de más de 5 mil hidalguenses que de manera ordenada, pacífica y bajo la lluvia acudían a buscar al Gobernador en el evento con motivo de su 2º Informe de gobierno.  

La jornada, para muchos antorchistas empezó a las 4 de la mañana; a esa hora empezaron a salir de sus comunidades para llegar a la cita, en la capital del estado, pero su recorrido se vio violentamente interrumpido por patrullas de la policía estatal que les impidieron el paso, atentando contra el derecho del libre tránsito y de manifestación pública; así, en un acto totalmente arbitrario y represivo, campesinos de los municipios de Huehuetla y San Bartolo Tutotepec fueron “escoltados” de regreso hasta sus comunidades; vecinos de Apan fueron interceptados a la salida del municipio con rumbo a Pachuca, alrededor de las 7 a.m. y obligados a bajar de los autobuses y marchar hacia la cabecera municipal de dicho municipio; a la altura de la comunidad de Solís, habitantes del Valle del Mezquital fueron detenidos y obligados a regresar a sus respectivos municipios. Así que, el contingente que logró llegar a la cita, prácticamente lo hizo por su propio pie, a excepción de los antorchistas de Tizayuca que, al ser un contingente de más  de mil colonos que venían en caravana, ante la orden policial de no continuar su camino, amenazaron con bajarse y marchar por la autopista México- Pachuca para poder llegar a su destino.  

Así que, en relación con la atención de las necesidades de pueblos y colonias populares, nada nuevo bajo el sol de la Cuarta “Transformación”; seguimos sufriendo los actos anticonstitucionales, represivos y hasta criminales de todo “buen” gobierno de antaño; lo que sí podemos encontrar de nuevo en este gobierno de “primero los pobres”, es su mayor perversidad para manipular y engañar al pueblo de México; su desfachatez para mentir y ahondar los grados de corrupción, así como para esconderse tras la máscara de “izquierdistas” y perseguir a todo individuo u organización social que no coincida con su política demagógica y no se pliegue a los designios del actual grupo en el poder. 

Nuestro estado y toda la República Mexicana se encuentran literalmente secuestrados por una caterva de “políticos” rancios, en su mayoría, que se han agrupado en un partido y en torno a un individuo que consiente y alienta todo tipo de arbitrariedades, corruptelas y violaciones a la ley a cambio de “lealtad”; se olvida que, la lealtad a cambio de poder y  connivencia es huidiza y, como señaló en su momento el filósofo Séneca, “la fidelidad que ha sido comprada con dinero puede ser vencida por el dinero”. Hoy, ante los ojos crédulos del pueblo, producto de la enajenación a que ha sido sometido, nuestro país ha retrocedido siglos en derechos y libertades; se ha consumado la liquidación de la República y se ha instaurado una dictadura, una verdadera plutocracia, donde de facto y por ley, actualmente solo existe un poder.

Así que, ante este retrógrado panorama, la perspectiva del pueblo hidalguense no es nada alentadora y se demuestra, por un lado, en el trato dispensado a miles de ciudadanos que simplemente reclaman su derecho al empleo, a la educación, a la salud, en una palabra, al bienestar de la familia, y por otro, a cuáles han sido las prioridades del actual gobierno en materia de obra pública, servicios y seguridad: se prefiere gastar millones de pesos (30 millones) en un informe para la clase política y económicamente poderosa de Hidalgo y de México; en renovar un palacio de gobierno y una plaza Juárez (66 millones); gastar en un Recinto Ferial (129.5 millones) y en un parque Ben Gurión, que seguramente cobrará la entrada a varios de sus centros de recreación o entretenimiento (280 millones) y, de acuerdo con algunos medios de comunicación, en el evento para la celebración del Grito por la Independencia de México, solamente gastaron, la nada despreciable cantidad de 22 millones de pesos.        

¿Y, la austeridad? ¿Y la consigna de que “por el bien de todos, primero los pobres? También debemos preguntarnos ¿en dónde quedó su faceta de gobierno de izquierda? O ¿es un gobierno de izquierda solamente en el traje? Porque en su  proceder no se diferencia del más represor y reaccionario que hayamos tenido los mexicanos; además, como es evidente en la prensa que mantiene amordazada y que en el evento del 2º Informe de gobierno, adentro del recinto, felices, propinándose besos y abrazos, bien pertrechados se encontraban los “Fifis” y afuera, bajo la lluvia frente a un retén policial y de malandros, el pueblo de Hidalgo clamando solución y justicia.

Por lo tanto, compañeros, amigos, como dijo Fidel Castro “No somos [no debemos ser] simples espectadores. Este mundo es también nuestro mundo. Nadie puede sustituir nuestra acción, unidad, nadie tomará la palabra por nosotros. Solo nosotros, y solo unidos, podemos rechazar el injusto orden político y económico mundial [y nacional] que se pretende imponer a nuestros pueblos”. ¡Adelante con nuestra lucha! Porque tenemos la razón y demandamos solución, no claudicaremos.

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