El Presente es Hoy

El Relevo Generacional que no ha relevado a nadie
Por Jorge Adrián Ordaz.

Dentro de los discursos de muchos políticos de todos los colores se escucha que es inminente un “Relevo Generacional”. Al escuchar este término me imagino que se refieren aque se avecina una nueva generación de políticos que más pronto que tarde tomarán el protagonismo en la vida pública y el servicio público, en lo personal lo describo como la visible, inevitable y palpable participación juvenil en la política, fenómeno que estoy seguros erá sinónimo de la concretación de grandes cambios en beneficio de la población de Hidalgo y de México.

Siempre he defendido que las y los jóvenes no somos el futuro, somos el presente de México. Nuestras acciones diarias son las que construyen una patria más sólida y nuestra participación es fundamental para consolidar a nuestra nación como una de las másprósperas y con mejor calidad de vida del mundo. Tenemos la tarea de defender a los nuestros para que en el futuro cosechemos un país de oportunidades y bienestar para todos sin distinción. Nuestra agenda está encaminada hacia reducir la desigualdad, defender nuestra soberanía, rescatar el medio ambiente, que los trabajos sean correctamente remunerados, que el poder adquisitivo sea equitativo para todos y todas, modernizar elservicio público a la par de construir uno más eficaz y eficiente, entre otros.

En 2021 tuve el prestigio y la responsabilidad de representar a esta juventud en los comicios desarrollados en ese mismo año al convertirme en el candidato a diputado federal más joven del país. Este logro lo atesoro como recordatorio de que las juventudes somos sumamente capacesde llevar cualquier proyecto a buen puerto.

A pesar de todo, el relevo no es automático, no está garantizado y solo algunos han logrado abrirse paso por su cuenta. Aunque ha habido avances significativos en la inclusión de las juventudes en la política aúnhace falta contundencia y profundidad ya que es más discurso que realidad. Las narrativas de todos los partidos políticos toman como bandera a las juventudes e incluso pretenden congeniar con nosotros através de trends, memes, música; también impulsan cabildos y parlamentos juveniles que simplemente dan la esperanza de que somos escuchados pero solo son simulaciones para hacernos sentir que participamos, aprueban reformas que permiten a personas más jóvenes participar en candidaturas pero que no obligan ni garantizan su participación en las mismas.

Nos quieren en las urnas, pero no en las boletas: en 2024 las juventudes menores de 30 ocupamos un poco más del 30% del padrónelectoral y para el 2030 seremos casi el 50% del mismo, cifras que no se ven reflejadas en las candidaturas, en los puestos gubernamentales y mucho menos en los puestos de elección popular.

Los mismos políticos de siempre siguen acaparando los puestos estratégicos de toma de decisiones. En ninguno de los estatutos nacionales de los partidos políticos actuales se estipulan acciones afirmativas por porcentaje para jóvenes menores de 30 años. En la legislatura corriente de la Cámara de Diputados sólo 23 de ellos y ellas son menores de 30 años representando el 4.3% de su composición total. En el Senado apenas 2.3% (3 de 128 senadores). Cifras ridículas para un país con más del 30% de su población en este rango de edad.

La verdad es dura, a un pueblo joven lo gobiernan viejos. El problema no es la edad, es que no están adaptados a nuestras agendas y mucho menos cuentan con la misma conciencia social que la nuestra.

Ya basta de mucho bla bla, necesitamos una ley de juventudes que de verdad pegue y que no sea pura labia; porque para ser representado debes de ser entendido y qué mejor que lo haga alguien como tú. Aunque algunos liderazgos jóvenes han emergido, el marco institucional y legal sigue negando el verdadero relevo generacional, especialmente a nivel federal.

En algunos estados hay avances, pero aún son la excepción, no la regla.

En Hidalgo sí existen mecanismos de inclusión para las juventudes en las leyes lo que ha resultado en mayor incidencia de liderazgos juveniles en el ámbito político. El artículo 118 del Código Electoral del Estado de Hidalgo obliga a los partidos políticos a postular dos fórmulas integradas por personas menores de 30 años, tanto en candidaturas por mayoría relativa como por representación proporcional. Esto permite que Hidalgo se esté consolidando como un ejemplo a nivel nacional al ser un ferviente semillero de perfiles políticos y servidores públicos, mismos que estarán vigentes durante los próximos años y algunos más las próximas décadas.

En Hidalgo, liderazgos como el Secretario del Despacho del Gobernador, Alejandro Velázquez; José Antonio Rojas (Director del Instituto Municipal de la Juventud de Pachuca), Mara Monzalvo (Regidora de San Agustín Tlaxiaca), Ian Noé Domínguez (Liderazgo juvenil en la Huasteca), Aldo Escorza (Miembro destacado de Acción Juvenil) y Dennis Minelli (Activista LGBT y escritora), ya están demostrando que las juventudes no necesitan permiso para hacer política con impacto.

Otros estados no son la excepción, por ejemplo en el Estado de México, el estratega priista Santiago de la Huerta; el referente veracruzano Jonathan Delfín; en Chihuahua, la senadora Andrea Chávez; el excomisionado de Juventudes Morena en CDMX, Luis Colín; la diputada local yucatecaLarissa Acosta; o Betzabé Martínez, recientemente electa presidenta municipal de Gómez Palacio, Durango. Todos ellos son ejemplo de juventudes que han decidido ejercer el protagonismo que nos pertenece como generación. Porque en cada rincón del país hay jóvenes que ya están construyendo, desde hoy, un mejor presente para sus municipios, para sus estados y para México.

Las juventudes debemos dejar de ser vistas como acompañantes simbólicas en fotos de campaña y empezar a ser vistos como auténticos cuadros con capacidad real de incidir y transformar; es decir, ser el auténtico relevo generacional. Este se dará cuando por ley o estatutos se garanticen acciones afirmativas para que las juventudes tomen protagonismo en los puestos de elección popular y gubernamentales, al mismo tiempo, se les permita tomar decisiones, construir proyectos y competir con piso parejo sin perder autonomía política. Esto permitirá que exista renovación y modernización constante de la clase política y del gobierno. La lucha por la inclusión de las minorías debe de continuar hasta conseguirlas oportunidades para que las juventudes podamos aportar ideas innovadoras en elservicio público y para que nuestras demandas — como mayores oportunidades de trabajobien remunerado, seguridad social de calidad, un medio ambiente sano, transporte públicoeficiente y acceso a vivienda de calidad y asequible — sean escuchadas y resueltas.

Estoy convencido de que los gobiernos, y especialmente el poder legislativo, deberían reflejar conjusticia la composición generacional del país. Si las y los jóvenes somos más del 30% de lapoblación, ¿por qué no lo somos también en los congresos? Urge construir una norma que garantice que los órganos de representación popular reflejen de forma proporcional la presencia de cada grupo etario. No como una concesión simbólica, sino como un principio de justicia generacional. En este país, donde es importante la equidad de género en las candidaturas, también esimportante y debemos exigir equidad generacional. No más generaciones silenciadas en congresos envejecidos. ¿Será que los políticos ya arraigados, así como las élites económicas temen al relevo generacional? o ¿por qué no nos permiten participar?

Como siempre, lo más importante para mí es leer qué es lo que opinas tú, por eso dejo a tudisposición mis redes sociales y así podamos entablar conversaciones. De botepronto tepido que reflexiones en las preguntas que acabo de hacer. Nos leemos pronto.

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