AP Mascarillas: 35 Años Protegiendo Vidas con Innovación, Calidad y Propósito

Con raíces hidalguenses que trascienden a distintas partes del mundo, esta empresa familiar se ha consolidado como un referente en la fabricación de equipo de protección personal. Con casi 35 años de historia, AP Mascarillas destaca por su calidad, compromiso social y liderazgo transformador que impulsa la economía local y proyecta a México a nivel internacional.


Innovación que Nace de la Necesidad y se Convierte en Legado

En 1989, en medio de una crisis que cerró las fronteras mexicanas al equipo de protección personal importado, Eduardo Guadalupe Soto Barranco identificó una oportunidad y fundó AP Mascarillas en un pequeño taller en Tlalnepantla.

Hoy, más de tres décadas después, su hijo Eduardo Soto Trujillo —licenciado en Mercadotecnia y maestro en Administración de Negocios— ha consolidado ese sueño familiar en una empresa de prestigio internacional, con operaciones en México, Estados Unidos y Colombia, manteniendo la esencia con la que todo comenzó: proteger vidas con responsabilidad, calidad e innovación constante.


De Mascarillas a Protección Integral

AP Safety ha crecido exponencialmente desde sus primeras mascarillas industriales hasta convertirse en fabricante integral de equipo de protección personal. En la actualidad producen respiradores desechables y reutilizables, cartuchos químicos, lentes de seguridad, tapones auditivos, cascos y, bajo su marca Iron Guy, ensamblan equipos de respiración autónoma y trajes para bomberos certificados, cuya calidad es comprobada en uno de los laboratorios más avanzados de América Latina, ubicado en Ciudad Sahagún, Hidalgo.


Evolución con Visión Estratégica y Expansión Global

La historia de AP Mascarillas es una historia de evolución permanente. Hace ocho años, la empresa incursionó en la inyección de plásticos para fabricar sus propios insumos, y hoy ya desarrolla componentes clave para respiradores y cascos, lo que les permite ser autosuficientes y responder ágilmente a la demanda.

Además de fabricar equipos bajo sus marcas AP Safety, Iron Guy y Ámbar, también maquilan productos para reconocidas marcas nacionales e internacionales de países como Estados Unidos, Colombia, Honduras, Ecuador y Guatemala.

El crecimiento también ha sido territorial: con tres plantas en México —una de ellas especializada en insumos médicos en Epazoyucan, Hidalgo— y centros de distribución en Laredo, Texas y Bogotá, AP Mascarillas se posiciona como un referente en el continente, combinando diseño, manufactura y tropicalización de productos para las necesidades del mercado latinoamericano.


Prestigio que se Construye Desde Adentro

Más allá de su músculo industrial, AP Mascarillas ha construido su prestigio sobre una cultura organizacional humana. El 95% de su plantilla son mujeres —muchas madres solteras o en situación vulnerable—, quienes encuentran en la empresa un empleo digno, estable y con sentido. En palabras de su director: “Aquí nadie es un número; todos saben que su trabajo tiene impacto, incluso fuera del país. Eso cambia la mentalidad y eleva el compromiso”.

La empresa también es reconocida por su ética durante las crisis. Durante la pandemia por COVID-19, lejos de buscar contratos millonarios y desatender a sus clientes habituales, AP Mascarillas priorizó la lealtad y el respeto, multiplicó su producción con innovación local y mantuvo precios responsables. Mientras cientos de fabricantes surgieron y desaparecieron, ellos se consolidaron.


Hidalgo como Punto de Partida y Orgullo

Radicada en Ciudad Sahagún desde hace más de 13 años, AP Mascarillas representa lo mejor de la industria hidalguense. No solo generan empleos estables, también elevan el nombre del estado en ferias internacionales y reciben constantemente visitas de clientes interesados en conocer una empresa donde la innovación es cotidiana, pero la calidez humana es el verdadero diferenciador.

Para Eduardo Soto Trujillo, el secreto del éxito está en tres pilares: escuchar al cliente, cuidar a los trabajadores y jamás dejar de innovar“El que se queda estático, el mercado lo olvida”, afirma. Esa filosofía ha convertido a AP Mascarillas en una empresa que no solo fabrica protección, sino que también simboliza confianza, compromiso social y liderazgo empresarial. Una firma que demuestra, desde Hidalgo, que el prestigio se construye todos los días.

El camino de AP Mascarillas es testimonio de cómo una visión clara, arraigo familiar, compromiso social y apuesta por la calidad pueden transformar un pequeño taller en una empresa de alcance internacional. Desde su origen hasta sus más recientes desarrollos tecnológicos, esta firma ha demostrado que el verdadero prestigio no se impone, se construye con trabajo diario, responsabilidad y liderazgo con propósito. Con la mirada puesta en el futuro, AP Mascarillas sigue evolucionando, protegiendo vidas y dejando huella en la industria mexicana y más allá.


“La innovación es nuestro compromiso, pero el respeto por las personas es nuestra esencia.” — Eduardo Soto Trujillo

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