El regidor Guillermo Ostoa Pontigo pidió establecer un cerco sanitario, en conjunto con la Secretaría de Salud estatal y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de Hidalgo (Copriseh), para evitar en Pachuca la entrada y venta de pollo de dudosa procedencia, mismo que -advirtió- ya causó dos muertes en el estado de Tlaxcala por el síndrome de Guillain-Barré, a causa del consumo de este producto.
En sesión de Cabildo de este jueves, se abordó la preocupación por la presencia de puestos de pollo que incumplen con las medidas higiénicas en su traslado y comercio, así como de la calidad del mismo.
El edil afirmó que se encuentra en varios puntos de la capital del estado, lo cual pone en riesgo la salud de los pobladores que lo consumen.
En la exposición de esta problemática, Ostoa Pontigo dijo a diario ingresan a Pachuca de 13 a 15 toneladas de pollo sin guía sanitaria: sin las condiciones adecuadas para su traslado y posterior venta al público, lo que calificó como un problema de salud pública.
“Este pollo que llega a la ciudad de Pachuca se supone que llega de la Ciudad de México, pero obviamente como no tenemos el antecedente y la certeza de cuál sea su origen, lo lamentable de esto no es únicamente que llegue, sino que viene en condiciones que no son las más optimas”, apuntó.
Con fotografías e imágenes para dar testimonio de la denuncia, el regidor refirió que este pollo, se especula, proviene de la empresa Pilgrim’s Pride, que a su vez la vende a terceros y lo transportan a Pachuca presuntamente desde la capital del país, pese a que es alimento para consumo animal, no humano.
Además, el producto, que llega a pequeños puestos improvisados en algunos locales, carece de condiciones para su venta; además, presumió que tampoco tienen los permisos por parte del ayuntamiento para el giro.
En esos sitios, testificó el regidor, ponen la carne y retazos del pollo en el suelo y sin medidas de refrigeración, que previamente es trasladado a la intemperie y con avance de descomposición por la falta de enfriamiento del pollo. Indicó que lo limpian solamente con cloro para quitar el olor fétido que comienza a desprender.
PRECIO DE REGALO
Ostoa Pontigo alertó que mientras la pechuga de un pollo certificado vale entre 70 y 90 pesos el kilo, estos locales irregulares lo venden hasta en 29 pesos el kilo, lo que pone en duda la calidad del mismo.
Para reforzar esta preocupación, indicó que precisamente este día el estado de Tlaxcala emitió una alerta sanitaria por el consumo de este tipo de pollo, que ha cobrado dos víctima mortal a causa del síndrome de Guillain-Barré.
De acuerdo con la Secretaría de Salud (Ssa) federal, este síndrome afecta al sistema inmune y “ataca al sistema nervioso provocando la inflamación de los nervios generando en un inicio debilidad en las piernas, brazos y/o torso; la intensidad de estos síntomas puede aumentar hasta provocar parálisis y poner en riesgo la vida cuando se interfiere con la respiración, presión sanguínea y ritmo cardiaco”.
Rememoró que, en mayor de 2022, la dirección de Reglamentos y Espectáculos municipal, en coordinador con la Copriseh, implementó un cerco sanitario contra este tipo de productos, mismo que dejó 4 toneladas de pollo confiscadas, así como 30 locales clausurados pertenecientes a un mismo propietario.
Llamó al alcalde Sergio Baños Rubio y al Cabildo a repetir esta acción para sacar del mercado la carne aviar de dudosa procedencia.
“Entonces es momento, presidente, compañeros de la Asamblea, que hagamos un alto y que en coordinación busquemos un encuentro con Copriseh para hacer lo propio, estamos hablando de que, al mes, de 300 a 450 toneladas de pollo que ingresan a Pachuca sin saber cuál es su origen”, pidió en su llamado de emplear este cerco sanitario en Pachuca.
DatoAcro
-El alcalde dijo que atenderá la solicitud hecha por el regidor.
Editor general, reportero