Antorcha marchará por soluciones y respeto al pueblo

Por: Guadalupe Orona Urías

Es simplemente sorprendente la incapacidad de los actuales funcionarios del gobierno estatal y de algunos presidente municipales para leer y conocer la realidad; inaudita su insensibilidad y francamente increíble su impericia para gobernar; todo esto reunido, más los abusos de poder, los atisbos de corrupción y el uso de la fuerza pública para reprimir las protestas sociales y la no atención de las demandas del pueblo, se está manifestando cada día en una mayor irritación e inconformidad social en toda la geografía estatal.

Los señores que hoy nos gobiernan, quizá se consideran rodeados de la “aureola” de la 4T, y que con ella y sus falsas sonrisas y discursos demagógicos van a convencer a la población de que “son los mejores”, y de su cantinela de que “primero los pobres”; es decir, creen tener gran ascendencia porque, según ellos, vienen de un gobierno de “izquierda” y están cubiertos con “el manto protector” de López Obrador y así, con esas cartas de presentación, consideran que todos los ciudadanos les aplaudirán y recibirán sin chistar sus peroratas; sin embargo, los últimos acontecimientos y los que vienen, demuestran exactamente lo contrario: que el pueblo los empieza a repudiar y a cansarse de tanta frivolidad y de la falta de atención a sus necesidades.     

Es muy probable que estén convencidos de que “proyectando” una buena imagen en redes sociales, tener “buena” prensa (habitualmente a costa del erario, de nuestros impuestos) realizar recorridos con las inútiles “rutas de la transformación” y “escuchar” las quejas e inconformidades ciudadanas y decirles que volverán con una respuesta (que generalmente no resuelve la petición), así tendrán tranquila y conforme a la población, aunque no inviertan un solo peso en la atención de sus demandas; es decir, consideran alta la probabilidad de mantener un engaño permanente sin que el pueblo se percate de ello: mantener una manipulación ignominiosa y por lo tanto, “paz y gobernabilidad”. Consideran que la gobernabilidad de un país o estado consiste en todos esos artificios para no resolver las demandas al pueblo, pero sí responder a los intereses de quienes los propusieron como candidatos y que, con campañas y publicidad los hicieron ganar, engañando y comprando votos; creen estos señores funcionarios que apareciendo en fotos muy contentos y sonrientes, promoviendo eventos para presentar programas o nuevas leyes o reglamentos, partir roscas u organizar tamalizas, ya tienen contentos a sus gobernados. Se quieren pasar de listos con la población, olvidando aquella célebre expresión frecuentemente atribuida a Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo”.

Y de que los hidalguenses, como muchos mexicanos, no estamos conformes ni felices, lo demuestran sucesos acontecidos a funcionarios públicos, empezando por la fallida visita del gobernador en meses pasados al municipio de Yahualica, de donde tuvo que salir prácticamente en fuga, ante un pueblo enojado, irritado ante tanta burla gubernamental; asimismo los cientos de bloqueos y protestas en las diferentes vías de comunicación en el estado, y sobre todo en Pachuca, la capital; la última, el martes 4 de los corrientes, protagonizada por campesinos de Ixmiquilpan, quienes, ante la represión policiaca que les impidió el libre tránsito en sus vehículos, llegaron caminando a palacio de gobierno llevando a empellones al subsecretario de gobierno José Arturo Sosa Echeverría, quien pretendió convencerlos de abortar su manifestación e iniciar “mesas de diálogos” (que seguramente ya se habían agotado), pero sin ninguna propuesta de solución en concreto.   

Y, en los próximos días, tendrán lugar tres manifestaciones ya anunciadas: la primera un bloqueo en la carretera federal México-Tampico, a la altura de la cabecera municipal de Tlanchinol, exigiendo la inmediata reparación de dicha vía, que está totalmente destrozada y ha sido causa de múltiples accidentes y de prolongar casi al doble el tiempo de recorrido entre Zacualtipán-Tlanchinol-Molango- Huejutla. 

La segunda, la manifestación de miles de hidalguenses organizados en el Movimiento Antorchista a realizarse el miércoles 12 del presente en la ciudad de Pachuca, solicitando, por enésima ocasión, audiencia y solución al gobernador Julio Menchaca, y la tercera, el mismo día, pero en la ciudad de Huejutla, en la que participarán cientos de campesinos antorchistas de la región con el mismo reclamo hacia el gobernador del estado. Todas estas protestas no son hechos aislados, van en aumento y son efecto de la incapacidad e insensibilidad del gobierno del estado para atender a su pueblo; son una muestra clara de la indignación ante los derroches del gobierno y de las nulas soluciones a las demandas de los hidalguenses. Si queremos que los gobernantes respeten al pueblo y cumplan con su obligación, debemos unirnos y poner en acción esa fuerza social que puede mover montañas.

¡Todos a la marcha el 12 de marzo!

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