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Despiden a Adriel, niño que murió por bullying en Santiago de Anaya; exigen justicia

Con la exigencia de justicia, familiares y amigos del menor Adriel Moreno Mejía, quien murió la noche de antier por la secuelas de acoso escolar que sufrió el pasado 7 de marzo, despidieron al estudiante de la primaria Benito Juárez 1930, ubicada en la comunidad El Xitzo, en Santiago de Anaya.

Los restos del menor de 11 años, quien de acuerdo con sus padres falleció a causa de las lesiones que le provocó el bullying de dos de sus compañeros, fueron sepultados en el panteón municipal.

Camino al sepelio desde El Xitzo, los acompañantes del cortejo fúnebre de Adriel portaron pancarta para exigir justicia por su fallecimiento, la cual ocurrió tras decretarse la muerte cerebral del infante que cursaba sexto año de primaria, quien presentaba diversa lesiones como luxación.

Al pie del sepulcro del infante, Obed Moreno, padre de la víctima reiteró que su hijo fue asesinado por el acoso escolar de dos estudiantes. Asimismo, responsabilizó al director de nombre Rufino y a la maestra Flor.

Anda diciendo el directo, don Rufino, la maestra Flor, que esto fuero un accidente. No señores, esto no fue un accidente a mi hijo lo asesinaron, lo mataron a golpes, yo quiero que se haga justicia, que paguen por lo que hicieron”, dijo sobre los funcionarios educativos y los dos menores.  

El padre prometió ante la tumba de Adriel que no descansará hasta que haya justicia y los responsables vaya a prisión.

Insistió en que el director de la primaria no actuó de manera correcta tras los hechos, pues llevó al menor a su casa, con el dicho de que se había caído, y no al hospital ni le brindó atención médica.

Los padres (de los alumnos) ni siquiera tienen cara para acercarse. Al director lo declaro culpable porque agarró a mi hijo como si fuera un animal, cuando el tenía que llamar a la ambulancia, al 911, y no lo hizo, a la maestra, ¿dónde estaba?, fue un un horario de clases”, dijo.

Indicó que, de acuerdo con testimonios de los compañeros de clases del infante, el directivo sólo levantó al menor y lo subió a su camioneta “de una manera agresiva”, pese a que se “retorcía de dolor”.

“Lo único que dijo (el director): ‘sácale una placa en su hombro y ahí me avisas que pasa’, pero el director estuvo nervioso, temblando se fue (el 7 de marzo)”, dijo.

Criticó también la ausencia y la postura de la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo (SEPH), encabezada por Natividad Castrejón Valdez, la cual aseveró que la muerte del menor se trató de un accidente.

Tras la canción Descansa mi amor, de José Alfredo Ríos Meza, el Komander, entonada por sus padres, fue colocada palazo a palazo la tierra que cubrió el ataúd de Adriel.

Por los hechos, la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) inició una carpeta de investigación por el delito de lesiones y, tras la muerte del alumno, se reclasificó por lo que resulte del fallecimiento.

DatoAcro

La  Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) inició a una queja de oficio (CDHEH-IXM-0034-24) por la muerte del menor.

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