INVERSIONES Y POBREZA LABORAL

POR: GUADALUPE ORONA URÍAS

¿Le ha tocado a usted ser testigo o peor aún víctima de discriminación en su propia casa? O bien, ¿que lo escondan cuando llega una visita porque no da “buena imagen”, pues está desaliñado y se ve la pobreza en su humilde vestimenta y en sus manos gruesas, callosas por el trabajo?  

Exactamente así le pasó a un grupo de vecinos que se encontraba en palacio de gobierno, solicitando audiencia con el gobernador y agua potable para su colonia, el pasado miércoles 24 de julio; en varias ocasiones habían acudido y ningún funcionario se había dignado a atenderlos ni a dirigirles la palabra, hasta este día que se acercó, quien dijo ser el Director de Gobierno, para “pedirles” en un tono mandón que se retiraran, pues estaba por llegar el señor Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México, acompañado por un importante grupo de inversionistas. Así, simplemente, “ustedes quítense”, necesitamos tener limpia la zona para cuando lleguen los “señores”, diciendo, en los hechos, ustedes y sus problemas no nos interesan, no nos importa que no tengan agua potable en sus casas o drenaje o que sus calles estén convertidas en lodazales.     

De esta manera, tratando con desprecio a ese pueblo al que hace apenas unas semanas fueron a pedirle el voto, a ese pueblo que dijeron serían los primeros en este gobierno de la 4T y ofendiéndolo en su propia casa, se ha venido comportando el actual gobierno, sin ninguna diferencia con la administración anterior.

Pero, además, quizás usted recuerde mi querido y único lector, que todos los gobiernos presumen en sus informes que, gracias a sus gestiones y viajes por el extrajeron “han logrado atraer miles y miles de millones de pesos en inversiones”, generando a su vez, también miles de empleos.  Hagamos un poco de memoria de las inversiones que presumió en su administración el morenista Omar Fayad; El Sol de Hidalgo (9 de agosto de 2022), nos informaba: “La administración del gobernador, Omar Fayad acumula inversiones por más de 69 mil millones de pesos al corte de mes de julio y 77 proyectos empresariales nuevos […]Con dicho monto, el mandatario superó en 115 por ciento la meta prevista para su gestión en captación de capitales frescos para la entidad…” Y la misma nota nos informa que: “… los 77 proyectos de inversión […] comprometieron gradualmente la generación de casi 100 mil empleos entre directos e indirectos, fuentes de trabajo que se concretarán en la medida en que avancen dichas inversiones hasta el inicio de sus operaciones”.

Sin embargo, nadie de dicha administración nos explicó por qué, de acuerdo a los datos del Coneval, “Entre el cuarto trimestre de 2022 y el cuarto trimestre de 2023, Hidalgo fue el estado con mayor aumento de pobreza laboral, con un incremento de 3.3 puntos porcentuales, al pasar de 41.9% a 45.2%” ¿Qué pasó con esos 100 mil empleos que supuestamente se iban a crear con esas inversiones?

Ahora, en la administración de el gobernador Julio Menchaca Salazar, se nos informa: “…(de) nuevas inversiones para esta entidad que en dos años ha logrado 84 mil 112 millones de pesos con la creación de 112 mil 307 empleos, lo que significa que se ha sobrepasado ya lo acumulado durante todo el sexenio anterior”. (El Universal Hidalgo, 22 de julio de 2024).  Pero hasta hoy tampoco se nos ha explicado la causa de la contradicción que revelan las cifras, pues, por un lado, se habla de la creación de 112 mil 307 empleos y por otro, se nos informa por parte del Inegi, a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que la informalidad en Hidalgo se sostuvo con el 70.9 por ciento durante el primer trimestre de 2024 y que se mantiene dentro de las entidades con las tasas más altas de informalidad laboral, es decir, del total de la población ocupada (un millón 436 mil personas), solamente 417 mil 829 se encuentran en la ocupación formal; sería interesante conocer cuántas de estas últimas personas se encuentran dentro de la burocracia, en el sector salud, educativo, seguridad, etc., es decir, dentro de esos empleos necesarios (sobre todo médicos, enfermeras y profesores) pero que no producen riqueza social.

Ante este panorama tenemos derecho a preguntar, entonces, ¿Cuáles han sido los beneficios para los hidalguenses de todos esos miles de millones de pesos que según se han invertido en la entidad? ¿Por qué seguimos siendo uno de los estados con mayor pobreza laboral y  con mayor pobreza en general? ¿Dónde o en qué manos han quedado los beneficios? Y ¡por esos inversionistas y señorones del dinero se maltrata y humilla a los hidalguenses!

Coincido plenamente con las explicaciones y las causas de esa aparente contradicción que se plasman en un reciente artículo: “Se pretende hacer pasar la inversión como fuente de empleo y creación de riqueza, cubriendo así el verdadero sentido de la inversión de capital: extraer, al menor costo, toda la riqueza posible en recursos naturales y fuerza de trabajo. Si se invierte en nuestro país es porque la mano de obra aquí es más barata; los salarios son miserables; no existen sindicatos que defiendan los derechos de los trabajadores; el capital obtiene ganancias descomunales porque puede actuar con total impunidad frente a un pueblo indefenso…”

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