Liderazgo, empatía y visión para transformar el sector empresarial

Adriana Flores Valencia y López es mucho más que una empresaria destacada; es una mujer que ha sabido trascender los límites tradicionales del rol femenino en el ámbito empresarial, combinando inteligencia, empatía, liderazgo y una inquebrantable vocación por servir a los demás.

Actualmente, es directora general y socia de su esposo, Jesús Alvarado Sommerz de las empresas Plásticos Begovich y Odaravla Construcciones y Estructuras, dos empresas que, bajo su liderazgo, han crecido con una visión moderna, enfocada en la calidad, la innovación y el compromiso social.

Con una trayectoria que comenzó a los 17 años, Adriana ha superado retos personales y profesionales con determinación. Desde joven, se convirtió en el sostén de su familia y logró, a los 22 años, comprar su primera casa, su primer auto y una casa para su madre. Su paso por la Comisión Federal de Electricidad, donde llegó a ser jefa de unidad en CF Telecom, le permitió forjar un perfil técnico y administrativo sólido, que más tarde aplicaría exitosamente en sus propias empresas.

UNA MUJER QUE TRANSFORMA EL ENTORNO

Adriana no solo ha roto esquemas en un sector predominantemente masculino; ha demostrado que el crecimiento profesional puede y debe ir de la mano con la responsabilidad social.

Madre, esposa y mujer de fe, Adriana trabaja con su familia como su principal motor. Se define como empática y disruptiva, cualidades que la han llevado a ser una líder incansable dentro y fuera del mundo empresarial.

Participa activamente en organizaciones como AMEXME y actualmente se desempeña como Coordinadora de Seguridad dentro del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH), apoyando y coordinando el proyecto encabezado por el presidente del organismo, Alejandro Sánchez.

Desde esta posición, Adriana trabaja de manera cercana con el presidente del CCEH, Alejandro Sánchez, impulsando estrategias integrales que fortalezcan la seguridad en el Arco Norte, una vía de gran relevancia para la movilidad y el desarrollo económico de la región.

En su labor como Coordinadora de Seguridad, Adriana Flores realiza las gestiones necesarias para la instalación de arcos de seguridad y cámaras de videovigilancia a lo largo del tramo carretero que va desde Puebla hasta Querétaro, con el fin de prevenir delitos y brindar mayor tranquilidad a transportistas y usuarios. Además, ha fortalecido una estrecha coordinación con el Ejército, la Guardia Nacional, policías municipales y centros de monitoreo como el C5i, consolidando acciones conjuntas que permitan avanzar en el objetivo común de una región más segura y protegida para todos.

COMPROMISO CON LAS CAUSAS SOCIALES
Además de su actividad empresarial y su nuevo cargo en el CCEH, Adriana colabora con iniciativas para apoyar a mujeres en situación de violencia, niños en condiciones vulnerables y personas mayores. Impulsa donaciones al DIF, campañas para mujeres con cáncer, apoyo a centros de atención infantil y acciones que responden al llamado de su comunidad. Para ella, el bienestar del entorno es fundamental para lograr el bienestar propio.

Su visión de la vida está marcada por la empatía y la fe. Cree en el poder del trabajo colaborativo y en la responsabilidad de ayudar a quien lo necesita.

Me encanta ayudar porque sé que el universo me lo regresará”, afirma con convicción. Su liderazgo no es autoritario, sino inspirador; basado en el ejemplo, la confianza y el trabajo constante.

Adriana Flores es una mujer que construye, no solo estructuras, sino redes de apoyo, entornos seguros y modelos de liderazgo más humanos.

Es una prueba viviente de que la fuerza femenina en los negocios no solo impulsa el crecimiento económico, sino también el bienestar social. Hoy, su nombre es sinónimo de compromiso, resiliencia y visión de futuro.

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