En el tablero político de Hidalgo, cada movimiento cuenta. Con la precisión de una partida de ajedrez, Marcela Isidro García, la primera mujer indígena en asumir la dirigencia del Partido Acción Nacional (PAN) en el estado, despliega una estrategia meticulosa y audaz para fortalecer su partido y servir a los hidalguenses.
Orgullosamente indígena de Nicolás Flores, su trayectoria es un testimonio de perseverancia, convicción y compromiso con el bienestar de su comunidad.
Desde sus inicios como regidora y tesorera municipal hasta su papel como presidenta municipal, cada paso ha sido una jugada clave en su ascenso. Ahora, al frente del PAN Hidalgo, enfrenta un nuevo desafío: consolidar su partido como una fuerza unida y propositiva. Su estrategia principal es el trabajo conjunto con los diputados estatales y federales del PAN para llevar las demandas ciudadanas a la tribuna y convertirlas en acciones concretas.
Los retos no han sido menores, como mujer indígena, ha encontrado obstáculos que han puesto a prueba su determinación, pero su convicción inquebrantable le ha permitido superarlos.
Ha fortalecido la militancia del partido recorriendo el estado, escuchando de primera mano las necesidades de los ciudadanos y promoviendo capacitaciones y talleres para emprendedores. Su liderazgo no solo se basa en su experiencia, sino en los valores que guían su vida: la familia, el humanismo y la solidaridad.
Su trabajo es dinámico y cercano a la gente. Ha abierto las puertas del PAN Hidalgo a nuevas voces y se mantiene firme en sus principios, asegurando que su partido siga siendo un referente de responsabilidad y compromiso social. Consciente de la importancia de las alianzas estratégicas, Marcela se mantiene atenta al panorama político, adaptando sus estrategias para fortalecer la presencia del PAN en el estado.
