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¿Por qué se obliga a los Hidalguenses a tener que instalar un plantón en Plaza Juárez?

Cuando en un país o una entidad frecuentemente vemos actos o manifestaciones de inconformidad por parte de la sociedad, quiere decir que algo en la estructura del gobierno no está funcionando bien, pero sobre todo que no se están atacando las causas que generan dichos eventos. En Hidalgo, en estos primeros meses del presente año, han sido ya cientos de manifestaciones y de bloqueos de vías públicas exigiendo atención a una serie de problemas de los hidalguenses que, al ser ignorados, buscan mecanismos para hacerse escuchar y ser atendidos. 

Pero la reacción de la autoridad no se está dando acorde con los problemas y con los gritos de auxilio de la ciudadanía, simplemente se deja a la población sin escucharla o invitándola a “mesas de diálogo”, que se vuelven verdaderos monólogos por parte del funcionario que fue designado para “atender” a los inconformes, y su parloteo se vuelve interminable para tratar de convencerlos que todo es culpa del pasado, que les dejaron un estado en quiebra, que los problemas son seculares y por lo tanto, no se pueden resolver en un sexenio, pero que ya están ellos allí, los “nuevos e impolutos funcionarios” y que “están haciendo su trabajo”. Estamos, pues, ante un gobierno no solamente insensible a las demandas ciudadanas, sino, quizás, con funcionarios ineptos para entender los problemas y dilucidar las posibles vías de solución; además, con mayor capacidad de demagogia.

              Yo no dudo que les hayan dejado un estado en quiebra, pero entonces deberían preguntarse y explicarnos ¿Por qué no están tras las rejas los verdaderos desfalcadores del erario? ¿Por qué el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, calificó a Omar Fayad como un gobernador “muy humanista” y lo ha defendido y protegido ante las acusaciones de peculado y otros posibles delitos cometidos durante su administración?    

Por el tiempo transcurrido de la nueva administración, casi dos años, estamos viviendo, de nueva cuenta, una política gubernamental que no está velando verdaderamente por los intereses del pueblo de Hidalgo, que no contempla dentro de sus prioridades la atención y solución a los problemas de la inmensa mayoría de la población, algunos de vida o muerte como los problemas del agua potable, de salud, etc.  Estamos, nuevamente, ante funcionarios insensibles ante las necesidades de la población, porque de otra manera no se entiende, ¿por qué tienen que obligar a los hidalguenses a salir a la calle a protestar y a manifestarse para poder ser escuchados? ¿Por qué obligar a los trabajadores, estudiantes y a amas de casas, con sus pequeños hijos, a pernoctar de día y de noche en plaza Juárez para solicitar atención a sus demandas?  

En el tiempo transcurrido de la nueva administración, que encabeza el gobernador, Lic. Julio Menchaca Salazar, se demuestra por enésima ocasión, que el problema y por lo tanto, la solución no está en el color del partido que nos gobierne, sino en la clase social que detente el poder político y a que intereses sirva o defienda. Así que, lo dicho por el dirigente nacional del Movimiento Antorchista, Ing. Aquiles Córdova Morán, en el evento realizado este domingo 21, en Ixtapaluca, Estado de México ante más de 15 mil antorchistas es muy válido para nuestra realidad nacional y estatal; el Maestro Aquiles señaló que: “El pueblo organizado y educado debe dar una lucha política para conquistar el poder político de México y como gobierno cambiar la economía y la política del país en beneficio de toda la población; los trabajadores, para hacer valer su inmenso poder, de masa gigantesca, necesitan estar politizados; hay que llevar la voz de Antorcha por todo el país para que el pueblo sepa que puede y debe gobernar; y con el poder del Estado en sus manos cambiar el destino de los pobres de México”. Es decir, si queremos cambiar las condiciones de vida de los millones de mexicanos que viven en condiciones precarias y a quienes sus gobiernos no atienden, el pueblo debe gobernar.

No queda de otra, pues las políticas sociales y del salario mínimo de AMLO han estado dirigidas a mediatizar a los mexicanos para mantenerlos tranquilos ante los graves problemas que está sufriendo en país y sus graves consecuencias para los trabajadores y sus familias. Estas políticas, como lo declarado el propio presidente López Obrador, no han perjudicado a ningún rico, por el contrario, se han hecho más ricos en el actual sexenio: “no han afectado los intereses de lucro de la élite gobernante, que está obteniendo ganancias récord, y han tenido un efecto mínimo en sacar a los mexicanos de la pobreza” (wsws.org). Forbes México lo reconoció.

“Hay condiciones para la inversión, estabilidad y garantía política de continuidad que hacen atractivo al país. El entendimiento entra las cúpulas empresariales con las autoridades genera confianza en la perspectiva de desarrollo para 2024”.

Por lo pronto, los hidalguenses debemos hacerle frente a las adversidades y seguir porfiando hasta que se atiendan nuestras justas y legitimas demandas, pues es nuestro derecho y obligación de las autoridades. El plantón antorchista continuará hasta  encontrar un diálogo resolutivo y respuestas positivas a las demandas de miles de hidalguenses; sinceramente así lo esperamos y así lo necesitamos.

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