Litigantes y exjueces externaron sus visiones, inquietudes y preocupaciones sobre la reforma al Poder Judicial federal: asimismo, manifiestaron que no hay vuelta atrás y que en el proceso de renovación es prácticamente inevitable la elección de jueces, ministros y magistrados por el voto popular.
En el marco del foro “Reforma al Poder Judicial: Hacia una justicia del futuro”, que organizó Transformadores por la Justicia Social, los ponentes Jorge Armando Nazar Arteaga, el exintegrante de instituciones de procuración de justicia, los litigantes J. Isabel Chavarría Piña e Irving Alejandro Galicia Arteaga y Antonio Pérez Portillo, abogado con especialidad en el fomento de políticas públicas expusieron sus posturas sobre la iniciativa.
Nazar Arteaga consideró como prioritario ante este proceso, el cual ya es “una realidad inevitable” para el Poder Judicial, el ejercicio de parlamento abierto en todos los estados, por lo que consideró de trascendencia acudir a este tipo de foros y pláticas.
“La reforma al Poder Judicial de la Federación va a pasar, va a ocurrir, no es algo que se pueda detener, pero su alcance se puede modificar a partir de estos ejercicios”, puntualizó el litigante.
Si bien planteó que puede ser modificable la propuesta original propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador, señaló lo único que es inevitable y que no está en tela de juicio ni con posibilidad de modificarse es la elección de ministros, magistrados, jueces federales y la réplica de este método en los poderes judiciales locales.
En tanto, instó a los asistentes a leer y conocer la iniciativa, que propone la reducción de 11 a nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), para “tener un criterio mejor formado”.
Pidió no creer que el proceso de postulación y elección de candidatos a jueces, magistrados y ministros va a crear autoridades “sacrosantas y sin errores”.
Por su parte, Chavarría Piña, al hacer una lectura de los puntos que conforman la propuesta del Ejecutivo federal, así como los planteamientos también hechos por la virtual presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, calificó como muy ambicioso el proyecto de reforma.
Consideró que la propuesta de elección bajo el voto popular de jueces y ministros conlleva “a una serie de riesgos y peligros”.
Ante la percepción ciudadana, dijo, se tiene la impresión que hay verdaderos delincuentes incrustados en el Poder Judicial y en las procuradurías y fiscalías. En su experiencia por varias instancias y dependencias, aseguró que hay personas de “dudosa reputación y mal actuar”.
Con esta reforma, en la forma en que se propone lo que haríamos en permitir el ingreso de ya delincuentes declarados”, advirtió.
Dijo que no es una percepción solamente personal, sino una realidad que se debe de tratar de evitar.
En el caso de Galicia Arteaga, cuestionó la ruptura en la presencia de división de poderes y contrapesos.
Al rememorar la teoría del filósofo francés Montesquieu, inquirió si con la reforma se respeta el criterio de los pesos y contrapesos, esencia de un sistema democrático.
Consideración que hecho de que la propuesta salga del Ejecutivo rompe con la división de poderes y con la esencia del contrapeso del Poder Judicial.
También puso en duda si el sistema nuevo para la designación de los integrantes del Poder Judicial no sería discriminatorio, pues se plantea someter a votación a “propuesta”, con lo cual dejaría fuera a quienes actualmente participan bajo mecanismo de exámenes de oposición por convocatoria.
Hoy en día tenemos que hablar de índole constitucional y yo lo veo, ¿es discriminatorio, sería discriminación?, porque ya no puede acceder cualquier persona a ser propuesto como juez, ya no, eh”, expresó.
Añadió que persistiría una discrecionalidad en la postulación o propuesta de los candidatos por parte del Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial (diez por cada poder).
Por su parte Pérez Portillo, refirió que la justicia tiene que ser funcional y operante.
En tanto, llamó a los próximos diputados federa legislar con prioridad “bajo lo humano” en el ámbito de la justicia.
“Ponderar el verdadero sentido de la reforma, porque la justicia, siendo operante y funcional, necesitará un sentido social y un sentido humano, del cual no debe de estar desprovisto”, recalcó el panelista.
Reportero