Para que puede operar, el Nuevo Hospital General de Pachuca necesita una inversión de cerca de 500 millones de pesos destinados a subsanar “correcciones mayores”, como contar con una planta tratadora de agua y drenaje en la periferia del inmueble, por lo que se requerirá del apoyo económica del gobierno federal, afirmó la secretaria de Salud de Hidalgo, Zorayda Robles Barrera.
En entrevista, la funcionaria dijo que esa situación limita la posibilidad de abrir el nosocomio ubicado en San Agustín Tlaxiaca, inaugurado dos días antes de que finalizará el sexenio de Omar Fayad Meneses, por lo que lo más probable, expuso, es que opere hasta el otro año.
No quisiera ser contundente con la fecha porque si lo hacemos vamos a caer en un error, es poco factible que sea en este año (por falta de recursos), muy posiblemente el otro año”, expuso.
Señaló que las “correcciones mayores” corresponden a la necesidad de un sistema de drenaje, planta tratadora de aguas residuales y agua potable; no contar con ello impide su operación.
“Correrá a cargo de las autoridades competentes deslindar las responsabilidades de acuerdo al avance de las investigaciones”, expuso la funcionaria sobre las irregularidades detectadas en el nosocomio, el cual no ha sido recepcionado por su dependencia.
Dijo que la corrupción en materia de salud “no puede ser admisible bajo ninguna circunstancia”, en específico en un contexto de pandemia por el Covid-19 como el que se enfrentó.
Reiteró que las modificaciones están a cargo de la Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible.
La titular de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSH) recordó que el último piso del inmueble está inconcluso y sin equipamiento (el cual se costea en dólares), por lo que parte de los 500 millones de pesos se requieren para solventar este pendiente.
ABASTO DE MEDICAMENTO, “LENTO PERO PROGRESIVO”
Respecto al abasto de medicamento en los nosocomios de Hidalgo, Robles Barrera dijo que “ha sido lento, pero progresivo”, así como en el caso de material gastable.
Recibimos entre un 30 y 40 por ciento de abasto, andamos fluctuando entre 60 y 70 (por ciento). Hace falta todavía, por supuesto, se han estado llevando a cabo estrategias; sin embargo, no se ha logrado alcanzar el abasto que quisiéramos, pero lo estamos llevando a cabo de manera lenta, pero progresiva”, expuso.
Los médicamente con mayor faltante en el sistema de salud son los relacionados con enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, pues son los principales padecimientos de la población.
De las dosis para atender casos de urgencia relacionados con los infartos, dijo, cuentan con cantidades suficientes de trombolíticos.
Editor general, reportero