Tras alrededor de 10 horas de protesta, tensión y diálogo ríspido afuera de palacio de gobierno, autoridades estatales y ejidatarios de Capula, Ixmiquilpan, llegaron a un acuerdo para escriturar, en un plazo no mayor a seis meses, 35 hectáreas sin certeza jurídica.
Desde las 9:00 horas, alrededor de 300 pobladores de esta comunidad arribaron a Pachuca para buscar una reunión con el gobernador Julio Menchaca Salazar y darle seguimiento al caso, que arrastran desde hace 40 años. Su preocupación, afirmaron, se activó porque -dijeron- la Comisión Nacional del Agua (Conagua) quiere despojarlos de las tierras -propiedad federal- en las que trabajando desde hace años.
Una hora después, cuando aseguraron que se acordó que serían atendidos por el mandaratario, la reunión no se dio, lo que con el transcurso de las horas causó el enojo y la impaciencia de los pobladores del Valle del Mezquital, quienes como presión taparon con lonas las entradas de palacio de gobierno, la de avenida Madero y la de Plaza Juárez. Aunque las entradas las cerró personal de gobierno, los quejosos no dejaban salir al persona como parte de su protesta.
Funcionarios estatales se acercaron a ellos para entablar diálogo, pero los ejidatarios rechazaron la propuesta si no los atendía el gobernador, como se había pactado para las 10:00 horas.
Aunque los pobladores se encontraban en tranquilidad, el arribo de elementos de la policía estatal, frente a la sede del Ejecutivo, sobre la banqueta, tenso el ambiente.
Alrededor de 50 uniformados, acompañados con algunos binomios caninos, se encontraban a la espera de indicaciones, lo que molestó a los ejidatarios.
El avance de los agentes, con escudo y casco, por un costado del recinto oficial movilizó a los manifestantes para avisar a sus compañeros que estaban del otro lado, llamado que originó que convirtieran lo que estaba a su paso en armamento ante un eventual enfrentamiento.
Ramas de los árboles que apenas brotaban en las jardineras del Jardín de las Personas Ilustres, a un costado del palacio de gobierno, piedras ornamental, los letreros de metal colocados para protección de las áreas verdes, las rejillas del drenaje y postes metálicos estacionamiento al exterior del inmueble fueron tomados por los quejosos, que también portaban cadenas.
Ante el escenario, los elementos de Seguridad Pública decidieron dejar Plaza Juárez y replegarse al lugar donde llegaron.
INTERVENCIÓN FALLIDA
Afuera de la entrada principal por Poder Ejecutivo, el titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva, Miguel Ángel Tello Vargas, por varios minutos insistió en que los quejoso dejaran salir del edificio a niños y niñas con sus madres, así como a mujeres embarazadas, lo que no tuvo eco entre los ejidatarios, quienes insistían en ser recibidos por Menchaca Salazar
Pese a los ofrecimientos de solución del funcionario y responsabilizar del caso a la Conagua por ser un tema de carácter federal, los manifestantes continuaron con su postura y no atendieron su propuesta.
Por momentos, Tello Vargas y los ejidatarios el intercambio de palabras, pues lo acusaron de ser inoperante, pese a que dijo que él envió oficios que requirieron a la dependencia federal.
Ante el reiterado intento de que como parte del acuerdo y buena fe de los pobladores de Capula dejaran salir a mujeres y niños, estos accedieron por un momento, pero se retractaron.
Posteriormente afirmó que se les ha invitado a ir con la Conagua, pero los ejidatarios no han querido.
“Me huele a que es otro tema”, dijo el funcionario estatal..
Tras las fallidas negociaciones del integrante del gabinete, arribó el encargado de despacho de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH), Francisco Fernández Hasbun, quien aseguró que podían adelantar los trabajos, pues había conexión para platicar con las autoridades centrales de la Conagua. La petición también fue rechazada.
De la reja del estacionamiento salió el secretario de Gobierno, Guillermo Olivares Reyna, a quien los ejidatarios increparon al pensar que buscaba retirarse del lugar, lo que provocó insultos y otra confrontación entre funcionarios y manifestantes.
Está la Comisión de Derechos Humanos dando de fe de cómo nos están tratando (…). Medios de comunicación, venimos a ofrecer hablar con ellos, lo primero que hacen es agredirnos”, manifestó
Los pobladores afirmaron que desde hace tiempo no les resuelven su queja, a lo que el funcionario replicó:“Momento, hace tres años es una mentira, hace un año que estamos aquí”.
“Aquí traigo el oficio, si quieres te lo muestro”, refutó el manifestante que lo increpó.
Alrededor de las 17:00 de la tarde se dio el encuentro entre los representantes de los ejidatarios con las autoridades dentro del inmueble oficial. Tras una hora de discusión, se dio el primer acuerdo: la salieran todas las mujeres y niños que acuden a la guardería de palacio. Así se abrió la puerta del enrejado, que dejó salir a varias de ellas, pero con pocos menores, de lo cual se mofaron los ejidatarios al recordar la petición de Tello Vargas.
Al ver retirase más gente de la que esperaban y con el temor de que se vaciaría el inmueble, con lo cual ya no tendrían modo de negociación, los manifestantes rompieron el acuerdo “de buena fe” y cerraron de nueva cuenta la puerta, dejando dentro a todavía un tumulto de trabajadoras.
“El pinche gobierno es el culpable (…), Ya con eso hasta que tenga una respuesta ahora sí, no se presentó el pinche gobernador para que hubiera dado la cara. Hasta que haya una respuesta ahora sí que salgan otros”, se escuchó entre el bullicio tras frenar la salida de burócratas y visitantes, quienes manifestaban hartazgo por la retención en el edificio.
Tras varios minutos de pláticas, los representantes ejidales salieron y manifestaron que “no se firmó nada”, en tanto los funcionarios presumieron haber llegado a un acuerdo.
Olivares Reyna aseguró que se llegaron a consensos; sin embargo, dijo que la minuta se redactaría en la procuraduría, lugar al cual se encaminaban, pero los inconformes se negaron.
Aunque el encargado de la PGJH intervino de nueva cuenta para que accedieran, proponiéndose él como moneda de cambio: quedarse con los quejosos para que suscribieran el acuerdo y dejar salir a las demás mujeres, los manifestantes exigieron que ahí se escribiera y firmara la minuta.
Casi 15 minutos antes de las 19:00 horas todos los trabajadores administrativos abandonaron el inmueble tras casi 10 horas de estar retenidos al interior del mismo.
“Afortunadamente hubo entendimiento, firmamos una minuta donde se plasman los acuerdos correspondientes, es un tema de carácter federal, pero desde luego nosotros como gobierno del estado, coadyuvamos, a eso nos comprometimos, a que se materialice el tema de lo que están planteando los campesinos”, manifestó Olivares Reyna tras la evacuación de todos los burócratas.
Asimismo, aseveró que hubo riesgo por un actuar represivo contra los campesinos por parte de las fuerzas policiales.
Por su parte, los representantes de los ejidatarios de Capula se vieron satisfechos, pero con reservas a la credibilidad de lo acordado con las autoridades y la delegación de la Conagua.
Advirtieron que si en seis meses no hay respuesta, regresaran y las autoridades se deberán atener a “las consecuencias”, afirmaron.
Reportero