En las aulas de la universidad despertó su inquietud por el feminismo, en esa etapa de su vida universitaria hizo su servicio social en una organización civil enfocada en los derechos sexuales y reproductivos. Ahí comenzó su activismo, que actualmente enfoca, entre otras cosas, en la impartición de talleres de bordado con perspectiva de género.
Roxana Judith Mancilla, una joven de 25 años de edad egresada de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, narró que cuando estudió en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) algunas de sus profesoras, como las doctoras Elvira Hernández Carballido y Azul Kikey Castelli Olvera, le “implantaron” la curiosidad de reconocer e identificar los actos de violencia que se viven en el ámbito escolar por parte de compañeros y profesores.
Posteriormente, el primer acercamiento que tuvo con activistas feministas fue cuando llegó a Di Ramona, una organización civil enfocada en dar acompañamiento para la interrupción del embarazo seguro, disidencias sexuales, personas con VIH y prevención del abuso infantil en la entidad.
“Acabada de no pasar la legislación en el 2019 (cuando el Congreso de Hidalgo no aprobó la despenalización de interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación y lo hizo dos años después), entonces como que por ahí yo traía ya algunas cuestiones respecto al tema (feminismo), pero terminé de aclarar muchas dudas cuando comencé a realizar mi servicio social en Di Ramona y ya de ahí fue cuando igual empecé a conocer muchísimo más del tema y el día a día del activismo”, mencionó la joven en entrevista con Acrópolis Noticias.
Su activismo con la organización en la que continúa colaborando empezó durante el comienzo de la pandemia del Covid-19, por lo que se enfocó en lo digital. En ese entonces lanzaron una “escuelita” para enseñarle a mujeres y personas con capacidad de gestar a usar misoprostol para acceder a un aborto de manera segura en sus casas. Asimismo, crear el contenido de redes sociales de Di Ramona.
En 2021, Roxana participó en la organización de la súper marcha en Pachuca con motivo del 8 de marzo (8M), el Día Internacional de la Mujer, y en la ruta que hizo Marea Verde Hidalgo por Tula, Tulancingo y Tizayuca.
“Entonces creo que mi activismo ha sido más por el lado digital, y creo que de manera personal comencé a involucrarme más de manera como en activismo”, dijo.
Esto también la llevó a que recientemente ha impartido talleres sobre bordado con perspectiva de género y feminista.
“Creo que eso es en lo que más me he involucrado (el bordado), pero creo que mi principal compromiso y de lo que más me gusta hablar es del acceso a un aborto seguro”, señaló.
Judith Mancilla consideró que la conmemoración del 8M ha ayudado a que las mujeres reconozcan los tipos de violencia que viven a diario; entre ellas, niñas, adolescentes y jóvenes. Por ello, dijo, cada año se suman más a las marchas y acciones que realizan en el marco de este día.
“Creo que es bastante importante y relevante para que mujeres de diferentes estratos sociales y de diferentes ámbitos laborales y de todos lados se acerquen, conozcan y escuche, porque creo que eso es lo que más se da en las acciones del 8M. Te reconoces en la narrativa de otra, pasa sí o sí, ya sea a través de alguna imagen que veas en redes sociales, a través de algún testimonio de violencia, te identificas con el cartel que ves de tu compañera de al lado en la marcha, pasa bastante”, afirmó la activista.
