Hace 27 años Enriqueta Josefina Dimas Serrano, quien padecía un trastorno mental, le dijo a Clara Serrano Sánchez, su madre, que saldría a ver a sus hijos. La mujer, que ahora tiene 79 años de edad, no ha vuelto a ver a su hija.
Su hija, a la que describe como una mujer alegre, carismática y trabajadora, además de ser ama de casa, se dedicaba a vender alimentos de manera ambulante y proveía a su familia, incluyendo a su esposo Gerónimo, con quien tenía tres hijos (uno de ellos solo descendiente de su pareja). No obstante, señala, era víctima de violencia familiar.
El marido tenía una amante, a quienes acusó de haberle dado un “brebaje” a su hija. Lo cual, dijo, derivó en el trastorno mental de Enriqueta. Situación por la cual el esposo la llevó a casa de Clara y se deslindó de sus responsabilidades con ella.
Gerónimo y su madre se quedaron a cargo del cuidado de los infantes, mientras que Enriqueta los veía regularmente. El 7 de junio de 1995, recordó Clara, Enriqueta le dijo que iría a ver a sus hijos y ya no la volvió a ver. Los hechos ocurrieron en la colonia Morelos, en Pachuca.
Desde entonces comenzó la búsqueda de su hija. Presentó una denuncia en el ministerio público de Omitlán, ha recorrido municipios pegando fichas de búsqueda, ha visitado instituciones de salud y centros penitenciarios, junto con su otra hija, Celia, pero ahora su salud la limita, debido a que ya ve bien ni caminar como antes.
Celia ahora ha tomado la batuta para buscar a su hermana y hace un par de años reactivó la búsqueda con personal la Procuraduría General de Justicia estatal (PJEH) y la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas del Estado de Hidalgo (CBPDEH). Las dos principales líneas son que Enriqueta esté en condición de calle debido a su trastorno mental o que el esposo sepa algo de su paradero.
En estos 27 años ha sido testigo del desgaste que ha sufrido su mamá por buscar a su hermana y externar continuamente su preocupación sobre ella.
El que tú veas a tu mamá cómo se desgasta, a tus papás. El que ellos estén preocupados por su hija, que todos los días esté en sus oraciones pidiéndole a Dios que le dé luz a mi hermana para que pudiera regresar, es muy desgastante para toda la familia”, agregó.
Ahora la ruta para continuar con la búsqueda es recorrer centros psiquiátricos y refugios, aunque le han referido que es poco probable que la encuentren, debido a que la primero debe ser costeado por los familiares y la segundo porque no aceptan a personas con trastornos mentales. Aunque, aseguró, no cederán a la búsqueda.